5 AÑO POLÍTICA Y CIUDADANÍA
Escuela de Educación
Secundaria N° 27
Materia: Política y Ciudadanía
Curso: 5º año
Profesor Gustavo Riesco
Temas: Origen de la Política. Definición.
Dimensiones de la política. La política como vida en común
A
partir del análisis del siguiente video y la lectura del texto que se
desarrolla a continuación resuelve el cuestionario que se encuentra al final
del documento.
https://www.youtube.com/watch?v=l9kOfg5KnGU
La palabra política tiene su origen
en el adjetivo griego politikós, que significa
“todo lo que se refiere a las polis y a su gobierno”. En la Antigua Grecia, las
polis eran ciudades-estado, que incluían una zona urbana y otra zona rural (que
se utilizaba para actividades agrícolas, necesarias para el abastecimiento del
conjunto).
Cada polis tenía
sus propias leyes y organización. La polis de Atenas fue la más destacada y
conocida. Allí en el siglo V a.C., sus gobernantes y ciudadanos (varones
libres, mayores de 20 años, nacidos en la polis y propietarios de esclavos y
tierras) participaban opinando y actuando sobre cuestiones comunes al conjunto
de toda la población, pensando siempre en el progreso de esa comunidad.
Tenían dos
grandes instituciones, una la Asamblea, donde se decidían las políticas
públicas, se sancionaban las leyes y se juzgaban los delitos y crímenes políticos.
La otra institución eran las magistraturas, que eran cargos públicos, y se
ocupaban de cuestiones menores.
En ambas
participaban, de una forma u otra, todos los ciudadanos: en las asambleas
porque eran abiertas a cualquier ciudadano que quisiera opinar y votar, y en
los cargos públicos porque éstos eran por tiempos cortos, rotativos y se
definían por sorteo.
Entre los
pensadores griegos surgieron dos ideas muy importantes, respecto de la
política:
La primera es que
el hombre político existe para hacer mejor la vida en comunidad de las
personas. Si las personas viviesen separadas, cada una por su lado, no
existiría la política. La política existe porque existe una comunidad de gente
que vive unida. Para ellos, una definición posible para la política entonces
sería que se trata del conjunto de normas y acuerdos, tácitos o explícitos, que
existen entre esas personas sobre asuntos comunes (la economía, el territorio,
las relaciones entre ellos) para que la vida en comunidad sea buena (“para
vivir bien”, decía Aristóteles).
La segunda idea
es que la política no es una actividad para especialistas, sino para cualquiera
que sea ciudadano. Entender de política no era un oficio, sino que sólo era
necesario ser un hombre libre y tener opinión.
A lo largo de la historia,
la concepción de la política fue cambiando. En la Edad Media, la política
estuvo vinculada con el pensamiento religioso, hasta que en el Renacimiento se
empezó a pensar la política separada de la religión, basada en el poder del
Estado, la autoridad y el buen gobierno. A partir de los siglos XVII y XVIII,
después de las revoluciones inglesa, francesa y norteamericana, y las
consecuencias de la llamada revolución industrial se incorporan nuevos
elementos y preocupaciones al pensamiento político: la desigualdad, la
vinculación del Estado al mercado y la lucha de clases.
LA PRAXIS
POLÍTICA
El antiguo
pensamiento sobre la política estaba referido a la acción en el sentido que le
daban los griegos: la praxis.
El fin de la acción o práctica política era el
mejoramiento personal, y, en consecuencia, el progreso de la polis. Sólo se
podía hablar de una vida recta en estrecha relación con la polis, entendida
como la comunidad de pertenencia de los ciudadanos. Para los atenienses, la
vida humana no era asunto exclusivo de la acción individual, sino de la
participación en el gobierno y los asuntos comunes. A su vez, la praxis
política era el medio de realización del ser humano y de construcción de una
polis virtuosa. Ser un hombre virtuoso y participar en la comunidad formaban
parte de un todo.
¿Cómo se concibe
la praxis política en las sociedades actuales? La respuesta es compleja, ya que
las sociedades de hoy ofrecen condiciones diferentes de las que propiciaban la
práctica política en la antigua Grecia. Entre otras causas, existen importantes
tensiones que llevan a una erosión en los lazos sociales. Los ciudadanos gozan
de derechos, aunque no todos pueden ejercerlos en igualdad de condiciones.
Frente a esto, la educación es fundamental para transformar la diversidad en un
factor positivo de entendimiento mutuo entre los individuos y su comunidad, y
para que la práctica política sea el espacio para buscar soluciones a los
problemas comunes. La ciudadanía se debe transformar en una práctica, desarrollada
desde la educación. Es decir, la ciudadanía no estaría dada solamente por el
reconocimiento de determinados derechos sino también por la posibilidad
concreta de accionar para buscar el bien común.
LA POLÍTICA COMO
VIDA EN COMÚN:
Desde sus
orígenes hasta la actualidad, la palabra “política” oscila entre dos
significados diferentes y hasta contrapuestos, aunque relacionados entre sí.
Cuando se utiliza
en sentido restringido, el término “política” sirve para nombrar un tipo
particular de relaciones sociales. En este caso, se considera que la política
es un ámbito de la vida humana relacionado con el poder, el gobierno y la vida
en común. En cambio, el modo genérico o ampliado de la palabra “política” alude
a rasgos que están presentes en todas las relaciones sociales. Por ello, se
considera que la vida humana es básicamente política, porque todos los aspectos
de la vida están atravesados por el poder, el gobierno y lo común.
La posibilidad de
generalizar el acceso a la deliberación política es una conquista histórica o
una sucesión de conquistas, que se consolida cuando un sector amplio de la
sociedad se hace cargo de las responsabilidades de gobernarse a sí misma. La
política es la herramienta a través de la cual cada uno puede involucrar sus
deseos, sus ideas y sus propuestas en la resolución de las necesidades y los
desafíos de la vida en común. Y la Política es también el resultado de lo que
una sociedad ha hecho con esa herramienta, es decir, el efecto que han tenido
sus decisiones colectivas. Como herramienta de construcción colectiva, hacer
política es participar de la vida en común. Por eso, la política es la
actividad social por excelencia, ya que permite a una persona comprometerse
consigo misma y con los demás en la búsqueda de soluciones a problemas
compartidos. Dejar de lado la política, entonces, es renunciar a gobernarse y,
por lo tanto, a ser libre.
Con mucha
frecuencia ambos sentidos se intercambian, se confunden o entran en tensión.
Podemos
distinguir a partir de estas consideraciones entre “la política” y “lo
político”.
Por “la política”
entendemos aquello que se relaciona con las cuestiones administrativas y los
“asuntos públicos”: cómo es la forma de organización de cada país, cuáles son
los partidos políticos, qué normativas y procedimientos legales existen, entre
otros. Cuando pensamos “lo político” nos
estamos refiriendo a las relaciones que establecemos entre las personas en una
comunidad, en la sociedad y a nivel mundial.
En este sentido, podemos pensarnos a los seres humanos en convivencia a
partir del modo en que nos relacionamos.
LA POLÍTICA COMO
ACCIÓN:
Nunca existió una
sociedad sin conflictos. La propia convivencia genera desigualdades, tanto en
el plano individual como en el grupal. Los beneficiados en esta distribución
desigual son quienes ejercen el poder y la dominación y, por lo tanto, tienen
la capacidad de desplegar una serie de recursos, tradiciones, influencias y
coerción para mantener sus privilegios. Los desfavorecidos tratan de mejorar su
situación expresándose en protestas, huelgas, lucha electoral y otros canales.
La política aparece,
así como el ámbito donde los desacuerdos pueden tratarse colectivamente y
procesarse hasta lograr decisiones que puedan imponerse para mantener la
convivencia social. Desde mediados del siglo XIX, el pensamiento político se
preocupó por analizar las condiciones y los mecanismos que permiten ejercer la dominación en
las sociedades capitalistas.
En toda sociedad
existen grupos sociales que tienen intereses divergentes. Cada uno de ellos
quiere satisfacer sus necesidades y sus expectativas. En muchas ocasiones los
intereses de un sector son opuestos al de otro generándose conflictos sociales.
Existen diferentes tipos de conflictos, por ejemplo, cuando se discute en qué
se gasta el dinero del Estado, para qué se utiliza el espacio público o que
urgencias se atienden primero. A veces un sector propone sus deseos e intereses
como el bien común de la sociedad y entra en conflicto con otros grupos que no
se sientes representados en sus demandas. La actividad política trata de
resolver los conflictos del modo más justo posible, a través de la
confrontación de argumentos, la evaluación de necesidades divergentes y la
búsqueda de consensos. El conflicto es una de las condiciones de lo político y,
por ello, se articula con los acuerdos y las reglas. Si el conflicto se instaura
la diferencia entre un “nosotros” y un “los otros”, el acuerdo vuelve a unir a
través de la negociación y la integración de las diferencias a los oponentes en
un “nosotros”. Por su parte el pasaje del acuerdo a las reglas a través de
leyes u otro tipo de normativas, permite instituir un orden común, obligatorio
y duradero, dentro del cual la vida de los distintos miembros de ese “nosotros”
puede desenvolverse de forma más o menos segura y rutinaria. En las últimas
décadas, la conflictividad social se tornó más compleja debido a la presencia
de intereses más variados y por la fortaleza creciente del mercado en
detrimento de los Estados. Por esa razón, la política contemporánea consiste en
manejar el poder y encauzar el conflicto por medio de consensos en el contexto
del sistema democrático.
Estas acciones
tienen como objetivos el buen gobierno y el bien común. Sin embargo, en qué
sentido debe transformarse la sociedad o cuáles son los objetivos del buen
gobierno y del bien común depende de la visión de los distintos actores
políticos y de las ideas que se discutan y triunfen en la esfera política.
LA POLÍTICA COMO LUCHA:
La política reúne un conjunto de actividades
sociales orientadas a tomar decisiones en la búsqueda y la construcción del
bien común para la sociedad en su conjunto. En esta variedad de prácticas
podemos reconocer diferentes dimensiones, una de las cuales es la lucha por el
poder. En la política se manifiestan disputas que libran las personas y grupos
con la finalidad de conquistar el poder o, al menos, algunos espacios de
decisión que les permitan imponer sus proyectos e ideas, entonces, la política
adquiere un sentido agonal. Puede pensarse que la actividad política lleva
usualmente a delinear posiciones antagónicas quienes están a favor de una idea
o proyecto y quiénes están en contra. También los diferentes candidatos que se
postulan para un cargo se presentan como antagonistas ante el electorado y eso
forma parte de la dinámica política habitual. La dimensión agonal de la
política no necesariamente define amigos y enemigos para provocar una guerra
entre unos y otros, sino que puede entenderse como una fase o etapa del proceso
político: aquella en que se abren las posiciones para someterlas a juicio, para
confrontarlas, para debatir y escoger la mejor de ellas. La deliberación
política puede ser concebida, entonces, como una herramienta para evitar la
guerra, la violencia y la imposición de unas voluntades sobre otras. La fase
agonal puede considerarse como una oportunidad para presentar las posiciones
divergentes como paso previo a la búsqueda de consensos de alternativas
intermedias o superadoras. En cambio, cuando la dinámica política queda
instalada en la fase agonal es difícil llevar adelante una construcción
colectiva y, en muchos casos, mantener vigentes las reglas de convivencia
política entre diferentes sectores.
LA POLÍTICA COMO
POSIBILIDAD DE CREACIÓN Y RECREACIÓN DEL MUNDO:
¿Para qué sirve
la política? La política consiste en la posibilidad de elegir en qué mundo
queremos vivir y construirlo. Los seres humanos podemos entender el mundo como
un conjunto de ideas, condiciones, valores y costumbres que caracterizan la
vida en un momento histórico determinado. En ese sentido, se habla del “mundo
de Colon” para referirse a la época y las circunstancias de aquel personaje
histórico. También por este motivo se puede decir que Colón encontró un “mundo
nuevo”, no porque hubiera llegado a otro planeta, sino porque inició la
relación entre ámbitos culturales que se habían desarrollado en forma
independiente, paralela y desconociéndose mutuamente.
Todos los hombres
y mujeres son producto de la época en la que nacen y aprenden a vivir en ella.
Sin embargo, encontramos aspectos que nos gustan y otros que nos disgustan.
Para mejorar los aspectos negativos que observamos cotidianamente, podemos
imaginarnos ideas e, incluso encontrarnos que otras personas tienen sueños
semejantes a los nuestros. Los deseos y las expectativas, los proyectos y la
búsqueda de caminos para hacerlos realidad también forman parte del mundo en el
que vivimos, tanto en el nivel personal como en nuestras relaciones con los
demás. Y así como el mundo en el que vivimos enlaza a cada persona con las que
están a su alrededor, también tiene lazos de continuidad y de ruptura con lo que
han hecho nuestros antepasados.
El mundo actual es producto de los sueños, las luchas y los
ensayos de las generaciones anteriores. Por ello, es un legado muy valioso y,
al mismo tiempo, maleable, las nuevas generaciones deciden qué hacer con ese
legado. La Política es, entonces, la herramienta que ha creado el mundo en el
cual vivimos y que permite recrearlo. Sin embargo, también podríamos
reproducirlo tal como se encuentra y no modificarlo. Esta discusión ya forma
parte de la política y establece distinciones entre los sectores conservadores
y progresistas. En líneas generales, el primer sector postula mantener la
sociedad como ha sido hasta ahora (o incluso volver a un estado anterior) y el
segundo valora el cambio y las posibilidades de progresar hacia una sociedad
mejor.
LA POLÍTICA COMO
PROGRAMA DE ACCIÓN:
La dimensión de
la política denominada también “arquitectónica” se manifiesta en la elaboración
y promoción de proyectos sobre diferentes aspectos económicos, culturales y
sociales.
Si la dimensión
agonal enfatiza los rasgos confrontativos y deliberativos de la militancia
política, la dimensión arquitectónica reúne los aspectos organizativos y
administrativos, que permiten traducir las ideas en acciones concretas. En
algún aspecto, la dimensión agonal parece ser más visible que la arquitectónica
porque las disputas y los enfrentamientos entre antagonistas se publican en los
diarios y aparecen en los programas de televisión. La dimensión arquitectónica,
sin embargo, suele tener mayores efectos en la vida cotidiana de la sociedad,
porque en ella se concretan los proyectos y se hacen efectivos los cambios en
las instituciones.
Aquí el ejercicio
del poder político es una actividad creadora, constructora e integradora, que
ofrece conducción a la sociedad, posibilitando su autocreación y renovación. Un
buen dirigente necesita formarse en ambas dimensiones, que son complementarias.
Cuando un dirigente político es muy capaz en una de las dimensiones e
incompetente en la otra, encuentra fuertes limitaciones. Suele ocurrir que
algún dirigente se destaca en la fase agonal, discutiendo con otros o
construyendo alianzas, pero no logra llevar adelante la conducción de los
proyectos públicos. Con frecuencia se escucha la idea de que “un buen político
es un estadista” cuando se destaca en esta fase arquitectónica, cuando puede
tomar decisiones en la gestión pública pensando no solo en su conveniencia
política, sino en los intereses del país que gobierna. No obstante, es
imposible demostrar esos rasgos de estadista sin haber transitado antes la
lucha por el acceso al poder. En esta etapa, los dirigentes presentan su visión
de la sociedad, anticipan lo que critican de la situación actual y lo que
aspiran construir cuando tengan la oportunidad de hacerlo.
ACTIVIDAD
1.
Elabora una definición de “política”
2.
¿A qué se llama “lo
político”?
3.
¿En qué consiste la “praxis política” y como se vincula con la
educación?
4.
Sintetiza el significado de cada una de las dimensiones de la
política:
a) Como vida en
común
b) Como
resolución de conflictos
c) Como lucha
d) Como
posibilidad de creación y recreación del mundo
e) Como programa
de acción.
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